El bienestar de los enfermos/as de Alzheimer u otra demencia
depende en gran medida de cómo se le cuide y de la adecuación del entorno a sus
necesidades; con ello no sólo contribuiremos a su bienestar físico y psíquico
sino que también contribuirá a su bienestar como cuidador/a. Cuanto más tiempo
sea autónomo/a, mejor calidad de vida tendrá el enfermo/a y disminuirá su
sobrecarga como cuidador/a.
Adoptar una
actitud positiva y adecuada facilita la relación con el enfermo/a, además de
mejorar la autoestima y motivación de éste. Para lograrlo tenga en cuenta las
siguientes recomendaciones:
- Tenga paciencia. Esta es la clave
del cuidador/a
- En las etapas iniciales de la
enfermedad, cometerá errores en la ejecución de cualquier actividad, no le
corrija inmediatamente, espere, puede que se dé cuenta del error y lo
corrija por sí mismo, si no es así ayúdelo con sutileza a corregirlo a
través de un gesto o una indicación verbal. No le recrimine por no hacerlo
bien.
- A medida que avanza la
enfermedad, no sólo cometerá errores sino que será más lento en su
ejecución, permítale que siga haciéndolo por sí mismo aunque tarde en
hacerlo o lo haga mal; si usted se lo hace, perderá la capacidad y ya no
la podrá recuperar. Refuerce verbalmente la ejecución, lo importante es
que lo siga haciendo, no que lo haga perfecto. Agradézcale su
ayuda cuando se ofrezca a ayudarle a hacer algo.
- No hable de la persona enferma en
su presencia como si no estuviese, aunque usted crea que no le puede oír o no le puede
entender.
- No se enfade continuamente; es normal que usted en algún
momento del día pierda la paciencia, pero si esto ocurre continuamente
puede ser un síntoma de sobrecarga como cuidador/a.
- No le avergüence ni haga
comentarios negativos o despectivos delante de otros. Tenga en cuenta que la persona
con demencia tiene dificultad en entenderle debido a sus limitaciones y el
deterioro de sus capacidades propio de su enfermedad y que también está
haciendo un esfuerzo por entenderle a usted.
- Háblele siempre de frente,
tóquelo con suavidad para que le mire y así se asegurará que le atiende; diríjase
con frases sencillas (cuanto más avance la enfermedad, más simples tendrán
que ser) y acompañe la frase de un gesto si así facilitamos que nos
entienda; no dé varias órdenes a la vez, de una en una; no tenga prisa al
hablar y sobre todo no le grite, no sólo no le entenderá sino que lo
alterará.
- Estimúlele con frecuencia a que
hable. El no
hablar, el mutismo, es un signo de aislamiento que no es beneficioso para
la persona con demencia. Mantenga la capacidad de comunicación el mayor
tiempo posible.
- Respete la intimidad de la
persona enferma,
especialmente en el baño y cuando se vista.
- Respete sus costumbres; aunque se de el caso que no lo
pueda manifestar, no le obligue a hacer algo que usted sabe que por sus
creencias, gustos, costumbres o preferencias, no haría.
- No cambie el estilo de vida de la
persona con demencia, sólo hágala más sencilla, más cómoda.
- La rutina es esencial ya que les
proporciona seguridad. No cambie sus horarios, ni sus hábitos, ni sus cosas de sitio (es
bastante habitual que la persona enferma las cambie con frecuencia, las
desordene, vuelva usted a colocarlas en su sitio, así le ayudará a
encontrarlas cuando lo necesite).
- Sea flexible, usted tiene que adaptarse a su
ritmo y no al revés. Los cambios son imprevisibles, sobre todo en el
comportamiento, y las medidas o soluciones que funcionaban ayer puede que
no funcionen hoy.
- Exprésele sus sentimientos con
palabras de afecto, caricias y sonrisas, e intente que él/ella también los manifieste
pero no le agobie o insista en que lo haga. Intenten entender sus
emociones y sentimientos, para él/ella tampoco es fácil esta situación;
sabe que algo ocurre, que ya no puede hacer las cosas como antes, que algo
no funciona en su cabeza, pero no puede entender ni decir lo que le está
pasando.
- Mantenga su sentido del humor; reírse juntos será beneficioso
para ambos.
- Si se altera o agita, mantenga la
calma, agárrelo con suavidad, proporciónenle seguridad con su tono de voz, su gesto y
su sonrisa, distráigalo y ponga su atención en otra cosa.
Fuente : AFA
Tenerife
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